viernes, 21 de junio de 2013

Significativos avances para la apertura al público

La apertura del Búnker del General Miaja parece estar cada vez más cerca. Así parece tras la reunión mantenida en la Dirección General de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid entre su titular, José Francisco García, y el portavoz de la “Plataforma para la apertura al público del Búnker de El Capricho”, David Carrascosa. En dicha reunión, realizada a instancia del primero, se informa que la apertura al público de esta famosa fortificación subterránea se halla dentro de las prioridades del nuevo equipo de cultura del Ayuntamiento y que se prevé que acontezca en poco más de un año a partir de ahora.

Según José Francisco García, Director General de Patrimonio Cultural, la apertura y musealización del Búnker de El Capricho se ha erigido en uno de los proyectos prioritarios en el plano cultural para el Ayuntamiento de Madrid, lo que supondría revalorizar todavía más el valor cultural del Jardín Histórico y del distrito de Barajas. Se abre, a partir de ahora, un proceso, en el que también intervendrá la Dirección General de Museos del Ayuntamiento, encaminado a delimitar las distintas vertientes del proyecto de apertura (seguridad, régimen de visitas, contenido de la musealización,…) que podría verse realizado definitivamente en algo más de un año.

Desde la Plataforma se ha incidido en la necesidad de que el futuro museo en el que quedará convertido en Búnker quede incluido dentro de una gestión cultural íntegra del Jardín Histórico de El Capricho, aunque sus peculiaridades arquitectónicas e históricas supongan una diferenciación sustancial respecto al entorno. En este sentido, se aboga por que el contenido de la musealización se centre en el periodo de la Guerra Civil en el propio Jardín, constituido este por hechos sumamente significativos para la historia de la ciudad de Madrid.

Por otro lado, respecto del régimen de visitas, desde la Plataforma se cree necesario que éstas deban constituirse por grupos guiados, lo que daría un mayor valor a este elemento patrimonial y evitaría un disfrute incontrolado e inseguro del mismo. Por último, también se cree necesario que en el proceso encaminado a su definitiva puesta en valor intervengan asociaciones de preservación histórica y otras personas que, por sus respectivas investigaciones sobre el tema, aporten datos significativos para conseguir así un contenido museológico lo más enriquecido posible.